Las viviendas en el campo no se delimitan por sus estancias interiores, la parcela es también otro lugar donde esparcirse.
Rústicas así lo entiende y propone en sus casas una estancia intermedia, el porche. Son piezas que con la superficie y equipamiento adecuado se encuentran dentro y fuera de la vivienda, imprescindibles para disfrutar plenamente de la vida en el campo.
En los porches se puede disfrutar de la comida o la siesta; de la lectura, la contemplación, la reflexión o la conversación más animada jugando una brisca; de la luz del medio día, el atardecer o la penumbra nocturna.
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