jueves

Un refugio de piedra


No todas las casas de Rústicas son grandes, las pequeñas también tienen su encanto. Disponer de un lugar idílico, de un refugio donde retirarse a descansar cuando aprieta el agobio diario es, seguramente, el mayor placer.



Disfrutar del entorno, las vistas, el campo, poder leer un libro delante de la chimenea o sentado en el porche, dormir la siesta en un litera. Viejos placeres que nos permiten recuperar el vigor de nuestras modernas vidas.









No hay comentarios:

Publicar un comentario