Los eucaliptos delimitan la parcela, no muy grande pero perfectamente distribuida. En lo alto la casa, en piedra como si surgiese del mismo terreno, a sus pies la piscina. Todo conectado a pesar de la pendiente, muretes y escaleras en el mismo tono que la casa, el de la piedra.
Ventanas balconeras en la planta alta, un olivo en el jardín y un gran
porche rematan el diseño planteado por
Rústicas en esta vivienda, nada
facíl de solucionar.
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